Nuestro amigo Bernardo de Andrés siempre sorprendiendo nos
propone que hablemos de discos que tengan algún pájaro en su portada. Pero
cuidado no cualquier pájaro, tiene que ser uno exótico!
Por lo que después de dudar entre otras opciones al final me
decanto por el trabajo en solitario de un grande de la música; Ian Anderson.
Justamente este verano pude volver a verle junto a una banda
de “mercenarios” desgranando lo mejor de Jethro Tull, concierto correcto sin más,
ya que Anderson anda muy desmejorado de voz y necesita a un chaval que le cubre
los momentos donde la voz requiere más esfuerzo. Pero volvamos a lo que nos
importa. Recuerdo cuando salió este disco, trabajaba en Barcelona en unos
grandes almacenes que vende todo tipo de ocio y del cual no hare la menor
publicidad. El disco enseguida me atrajo, ya que por aquel entonces Anderson
gozaba aun de buena voz y de mayor agudeza compositiva.
La portada dos hermosos papagayos...además de niño tuve igualmente
dos enorme papagayos a semejanza de la portada.
Si he de ser sincero creo recordar que el disco me gusto sin
llegar a volverme loco, pero poco a poco fue cogiendo cuerpo como los buenos
discos.
Sonidos acústicos y
pastorales nos acompañan a lo largo y ancho de esta obra compuesta de 18
cortes. Un disco fresco, repleto de buen humor que transcurre como una suave
brisa que una vez llegado al último tema sientes una agradable placidez. El
disco contiene un tono más sensual que los trabajos de los Tull, un aire más
Por cierto Martin Barre incluso hace aparición en un par de canciones otorgando
al conjunto un toque más eléctrico. Los arreglos son espectaculares y la
calidad de la grabación es cristalina, con instrumentos que van desde el hermoso sonido de la flauta de Ian, a bellas
partes de violín, acordeón, así como
algunas pinceladas de mandolina. Por momentos parece que estemos viajando
alrededor del mundo a través del vuelo de diferentes pájaros, vamos del Caribe
a Oriente.
Un trabajo honesto que posiblemente sea el mejor disco en
solitario de Ian Anderson.
Va a ser la primera vez que, gracias a tus palabras, me apetezca escuchar un disco de Anderson mas allá de los clásicos de Jethro Tull. Parece un disco rico e interesante...querrás que me lo apunte, no? Je,je.
ResponderEliminarColorista portada, no me gustan demasiado las simetrías en los covers de discos pero me ha gustado.
Es un buen disco. Lo compré original cuando salió y fue calando como dices, también es verdad que no suelo pincharlo casi nunca. Suelo irme más a los de Jethro, y a algún directo acústico de ellos pero el disco está buen, hoy lo escucharé a su salud.
ResponderEliminarNecesitamos otro trabajo de los Tull, coño: un Aqualung Part. II. Un abrazo, Forrest.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo es el mejor disco con el nombre de Ian Anderson. es más esta era una de mis propuestas en cartera hablando de pajarracos exoticos. Es algo intimista pero enacnatador y desde luago nada aburrido
ResponderEliminarSi, es un buen disco.. Dicen que lo nuevo no está mal tampoco.. Lo vi hace un par de años y es cierto que el caudal de voz mermó mucho, pero en compensación lo escuché muy afilado con la flauta.. Un abrazo!
ResponderEliminarQue pocas cosas me han convencido de los Jethro Tul, no son lo mío, la verdad, nunca les pille el punto. sin embargo esta bien ampliar horizontes musicales y conocer este tipo de obras. Un saludo, Forrest.
ResponderEliminarPues si, posiblemente sea lo mejor que grabó en solitario, bueno, aunque desde hace tiempo, los Tull no son más que su carrera en solitario
ResponderEliminarYa tengo algo para escuchar cuando si me da el bajón... Con esos dos cortes me he puesto más que contento! Y además 18 cortes... me puedo coger un disgusto de los gordos!
ResponderEliminarAlgún día me pondré con Jethro Tull